En Boca del Rio (pueblo de pescadores)
ACERTIJOS por Gilberto Haaz Diez
Después de comer en la Isla del Amor, atendidos por el amigo Gustavo Canales, en el negocio de doña Amada, le dimos un rol a Boca del Río, pueblo de pescadores que ahora no arrulla el mar, pero tiene un artefacto viejo de la Marina, uno llamado cañonero Guanajuato, cuyo comandante fue el suegro del historiador terrablanquense, Fernando Pavón Naranjo, Jorge Avello Aguiar, está abandonado por la Marina Armada de México, y el Almirante, José Rafael Ojeda Durán, debía jalarle las orejas a todos aquellos que tienen la obligación de ir a desmantelar ese barco viejo y venderlo por chatarra, dicen los pobladores que es un nido de ratas, urge que lo desmantelen porque aleja al turismo. Allí caminé y cierto, hay ratas y frente tiene unos restaurantes bien montados, donde se come de campeonato. Uno de esos restaurantes lo promueve doña Angy, una boqueña de este pueblo que las autoridades de Juan Manuel Unanue componen día a día. Es cierto que la plazoleta del Palacio Municipal está bien ordenada, rechina de limpia, hasta parece Orizaba, tienen un busto de Benito Juárez que ya lo quisieran muchas ciudades, y el presidente AMLO debe reconocer que ese lugar, gobernado por panistas, le rinde homenaje a Juárez como pocos gobiernos morenistas, incluido el suyo de Cuitláhuac, que solo da pena. Hay restaurantes de mariscos exquisitos. El calor pega lindo, pero el agua que desemboca al mar hace que al menos la mente se refresque. El mar, oh esa mar, por qué me desenterraste del mar, reclamó Rafael Alberti a su padre, por qué me trajiste a vivir aquí. Como cronista de a pata, llegué a un bello mural de La Conquista, en la calle Oviedo, allí posé para una foto. Se ve a los conquistadores españoles llegando en sus barcazas, y al fondo las carabelas, los indios con sus pañuelos blancos en son de paz, que me imagino en aquella época no se usaban. Pero llegaban para quedarse, para fundar dos razas y dos naciones, aunque se enoje el presidente, allí siguen todavía, encantándonos ahora con el Real Madrid y con el Bernabéu y Casa Lucio, y nosotros con nuestras bellas pirámides, que no pudieron derrumbar todas y lucen como gigantes en Teotihuacán, el lugar donde los hombres se convertían en dioses. Esos conquistadores, en 1518, la llamaron zona Rio Banderas, ahora es Boca del Río, dice Wikipedia.
ALLI TODO ES FIESTA
Boca del Rio es ciudad que prospera. Es ciudad nueva, apenas en 1988 le dieron el título de ciudad. Tienen sus fiestas de señora Santa Ana, filetes de mariscos y luego hacen bailes gigantes. Tiene, además, el Foro Boca, una sala de conciertos que Chiky Yunes Márquez, inauguró para que allí lleguen los grandes músicos, aunque un orizabeño, Horacio Fadanelli, se quejó que no le permitieron exponer al fotógrafo Jvdas Berra, uno de los mejores del mundo. Y hay que ir a corregir, ojo alcalde, la estatua donde está Vicente Fox, que eso parece un cochinero, donde suben autos y motos y es peor que plazoleta de mercado. Ténganle respeto, fue su jefe presidencial. Y da nombre a ese bulevar. Un día la lazó Adolfo Mota y la tiró, al grito de: Lázala que se te va, pero esos fueron otros tiempos.
Ahora para llegar a Veracruz todo es un martirio. Uno tiene que sortear como guerra de trincheras, las mugres, caras y retrasadas autopistas de Capufe. Hay tres que dan miedo, la de Fortín, excelsa en sus retrasos, la de Cuitláhuac, que ya se volvió un problema, pero la que no tiene vergüenza es la de Paso del Toro. Ahora esta se convirtió en un auténtico cuello de botella, para los que vamos de Córdoba a Veracruz. Sucede que los tráileres normales y las dobles cajas, tienen que doblar hacia el Puerto Marítimo y ahí no hay como dar vuelta, entonces se hace un cuello de botella de horas. Eso es problema el gobierno de Veracruz. Si el gobierno de Cuitláhuac no devolviera los 6 mil millones de pesos que se anuncian regresará por los subejercicios, con una parte de ese dinero se hace un distribuidor vial que quita el problema totalmente. Pero ni modo, primero es el patrón y luego el pueblo y, como dice la Pacheco: Aquí nos tocó vivir.
ORGULLO ORIZABEÑO (MARIA LUJAN ACHIRICA)
La veracruzana orizabeña, María Lujan Achirica, ambientalista, jovencita que, a sus 21 años de edad, fue designada por la Fundación Surfraider, de la que es vicepresidenta en Hawái, a hablar en el poderoso Capitolio de Washington ante congresistas, las recibieron senadores y un grupo asesor del presidente Biden de políticas ambientales del mar, un discurso de ella de 12 minutos, habló del cuidado de los mares. María estudia dos carreras, Psicología y Ciencias del mar, lo que tiene muy orgullosa a su familia, Por su edad y conocimiento, los congresistas aplaudieron sorprendidos. El mundo es de los jóvenes. Hoy mismo ese grupo parte a Puerto Escondido, invitados por la alcaldesa, a que les den sus impresiones sobre la protección ambientalista de los mares. Un orgullo de estas tierras orizabeñas y veracruzanas. Felicidades.
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