Adiós a Capufe/Fortín

ACERTIJOS por Gilberto Haaz Diez

Era un tema muy lejano. Desde que uno tiene uso de razón, toda la población y los turistas pedían el retiro de la caseta mugre de Capufe, en Fortín, una Franja de Gaza entre Córdoba-Orizaba-Fortín, que solo inutilizaba el crecimiento. Supe desde hace un mes, así me lo dijo el alcalde JM10, que la caseta se iba para no volver más, se lo había dicho un alto funcionario, José Luis Palomares, orizabeño, director jurídico de SICT, y él me lo comentó con la consigna que aún no lo publicara. Así le hice, guardé silencio sepulcral. Como mucha gente, no lo creímos, cuando se supo la noticia hablaron si era el 28 de diciembre. Ante esa caseta pelearon alcaldes, organismos y cámaras empresariales, sociedad civil. Era una lucha titánica de más de 30 años. Un día llegó la caseta y no pasó nada, la gente de Córdoba-Orizaba protestábamos (me incluyo), porque comenzaba a crear atasco de tráfico y mucha irritación. Había días que para cruzar ese tramo demorabas hasta dos horas en la cola. Gobernadores venían, llegaban congresistas y todos juraban que la quitarían, puras promesas de campaña. Ayer por fin a esa capillita le llegó su fiestecita. En un tiempo intentaron acallar las protestas y crearon un pase automático, sin costo, para los pobladores de esta zona, pero tampoco hubo muchos que se formaron por ella. Era una maldición. Las historias se conocían, cierta vez le llevaron el reclamo a Luis Videgaray Caso, secretario de Hacienda de Peña Nieto, este le dijo al ocurrente pedinche, a manera de pregunta, que quién iba a poner los 8 o 10 millones que cobraba a diario esa caseta. Y estábamos empantanados, los nerds de Harvard decían que no se podía, porque se necesitaba el dinero, y los de la 4T no le entendían. Era como aquella anécdota que contó Albert Einstein, cuando le preguntaban sobre su famosa Teoría de la Relatividad ¿Qué es eso, maestro? Aquí la respuesta: “Pon tu mano en un horno caliente durante un minuto y te parecerá una hora. Siéntate junto a una chica preciosa durante una hora y te parecerá un minuto. Eso es la relatividad”, les dijo Einstein.

LA SUMA DE TODOS

La noticia nos agarró a todos desprevenidos. Comenzó a filtrarse la decisión del secretario de la SICT, Jorge Nuño, que ante transportistas de Canacar dio la buena nueva. Y los curas de los pueblos tañeron las campanas de alegría. La buena nueva llegaba. Lo que se pagaba en la de Córdoba-Fortín, se trasladaría a Esperanza y Cuitláhuac, una en Puebla, otra en Veracruz. Atrás quedarán los días en que, cuando no era Chana era Juana, pero siempre maldecíamos ese paso. No solo porque demoraba eternidades, sino porque al mismo Puente de Metlac se le cargaba el peso por los tráileres doble cajas, que allí se estacionaban en la cola. Eliminarán la caseta, titularon los diarios Crónica de Tierra Blanca, Notiver de Veracruz y Buen Tono, Orizaba-Córdoba. Era la nota que esperábamos por años. Tuvieron suerte los de Capufe, que aquí encontraran gente pacífica, porque desde cuando se debió a ir a hacer un plantón y abrir las plumas para que los automovilistas pasaran gratis. Ahora viene la cuenta regresiva y así lo marcaremos hasta que terminen de desmantelarla y se vaya a la burguer, diría un chamaco leperón. Los funcionarios de SICT deben tener cuidado, porque la caseta de Cuitláhuac ya es otro problema, hay pasos que demoras dos horas, y la de Esperanza, por ahí debe de andar. La decisión es aumentar casetas de cobro, como la que tienen en San Martín Texmelucan. Debemos agradecer al presidente de la República, porque sin el aval o la decisión presidencial de AMLO, jamás la hubieran podido quitar. Gracias, presidente. Te debemos una, y al secretario de Infraestructura, Jorge Nuño, que dio la noticia y la operó junto a José Luis Palomares, le escribí que cuando venga a Orizaba acepte una cena en las garnachas Salomé, las mejores de Orizaba y el mundo. Aquí lo agasajaremos, en agradecimiento a esa decisión que alegró a los orizabeños, cordobeses, fortinenses y pueblos aledaños.