La Cumbre maldita (parte II)
ACERTIJOS por Gilberto Haaz Diez
A todos impactó el crimen a un guardia de seguridad en las Cumbres de Maltrata, y el tiroteo al joven del parapente que, filmó todo y salió herido de un balazo en una pierna y vivió para contárselo al mundo. Fue la nota que impactó en los noticieros, en un día que hubo 80 crímenes en todo el país, para seguir sumando y sumando muertos y desaparecidos. En las redes sociales se hizo un merequetengue. Los que opinaban que los asaltos allí siempre los ha habido, y los que decían que se recrudecieron con este gobierno federal y estatal. Héctor Yunes Landa, que quiere ser gobernador, fue a la Cumbre de Maltrata y desde allí hizo un video que subió a sus redes, exponiendo el gran peligro que se corre cuando transitan por esa bajada y subida. La Amotac, que agrupa a los transportistas, dio cuenta de las bajas de los camioneros que han asesinado. La misma Guardia Nacional reconoció que es la carretera más peligrosa del país. Y uno pensaría que todos debemos protestar. Alguna vez de hace un tiempo, todos, los organismos empresariales, los alcaldes, diputados y senadores y hasta gobernadores, se pusieron las pilas y protestaron por la mugre caseta de Fortín, hasta que una mañana el Poder Supremo ordenó abrir las plumas para que pasáramos sin pagar y sin las colas terribles. Hoy, los otrora organismos empresariales viven apaciguados, es cierto que, de vez en cuando, se quejan en una declaración en algún diario o redes, pero eso a los gobernantes no les entra por ningún lado. Los organismos empresariales son órganos de consulta, por ley, y deben hacerles caso. Podrían protestar ante la Guardia Nacional o aquí en el mismo cuartel, una comisión llegue con datos y estadísticas de toda la gente que han asaltado y matado en esa Cumbre que se volvió maldita, porque, dicen algunos, la misma gente que por allí vive se armó y ahora delinquen y disparan a matar, como en Irak. El problema está focalizado del kilómetro 222 al kilómetro 270. Es un tramo de casi cerca de 48 kilómetros de peligro. Si la Guardia Nacional (180 mil elementos), pone una unidad bien pertrechada, cada 10 kilómetros con sus radios, aquello se acabaría en un dos por tres.
EL INFORME PRESIDENCIAL DE AMLO
Con un buen calor campechano, junto a los suyos, el Gabinete y su gente, el presidente AMLO se fue a Campeche y allí dio su Quinto Informe de Gobierno. Enguayaberado, entre aplausos y puestas de pie de la concurrencia, ha hecho de estos sus informes, una especie de mañanera, de las que a diario nos envía señales para uno y otro lado. Habló de todo. Criticó al Poder Judicial y jura que lo quiere reformar, antes de irse, para que el pueblo los elija. A 13 meses de que entregue el poder, y a unos días que entregue el bastón de mando a Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard o Adán Augusto, el caballo negro, el presidente se sentía a gusto entre los militares de la Sedena y Marina, sus aliados. Habló de la política económica, donde anda bien porque tiene un secretario de Hacienda de primera. De la política social, allí presumió haber bajado los niveles de pobreza. Y los apoyos a los viejecitos cada dos meses y los discapacitados. Echó una porra al petróleo y aseguró que desde hoy ya se refinan barriles en Dos Bocas, lo que debe haber alegrado a la zacatecana-veracruzana, Rocío Nahle. Y su obra cumbre, el Tren Maya que, por años, el país dejó de transportar pasajeros en tren y ahora los tendrán. Al frente, su señora esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, al lado de la jovencita secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde. Tiempos de un gobierno que ya se va, que entregará la banda presidencial y partirá, como lo ha jurado, a refugiarse a su rancho tabasqueño. Las televisoras cubrieron el evento, al terminar el presidente se placeó con ellos tomándose las selfies y abrazando a muchos. Hay temas pendientes en la inseguridad y salud, pero asegura que van bajando los índices delincuenciales. Y se marchó, y a su barco le llamó libertad.