Los grandes traidores
ACERTIJOS por Gilberto Haaz Diez
Quitando la de Brutus con Julio César, la historia ha visto y vivido grandes traiciones, la otra es la de Judas a Jesucristo. Existe la de La Malinche, que se puso a las órdenes de Hernán Cortés y fue su guía y su querer, porque cuando el amor llega así de esa manera, uno no tiene la culpa, dice la canción. A Antonio López de Santa Anna lo marcan como traidor, pero el pobre hombre lo único que hizo fue firmar la venta de Texas, Nuevo México y parte de California, todo porque el tal Sam Houston lo encontró empiernado con una mulata y bien crudo, después de una batalla donde lo apresaron y desarmaron a su ejército y negoció parte del país por su libertad. Hoy Houston sería nuestro, pero estaría igual de jodido que mi Matamoros querido. Toco el tema de deserciones, porque hace no mucho, cuando Alito Moreno acalambró a un grupo y se hizo del PRI a su manera, como cantaba Sinatra, algunos inconformes huyeron, se fueron Miguel Ángel Osorio Chong, que había sido secretario de Gobernación de Peña Nieto, Claudia Ruiz Massieu, de prosapia familiar, sobrina de Carlos Salinas e hija del asesinado Francisco Ruiz Massieu, por allí una tal Nuvia Mayorga y lo que quedaba de Eruviel Ávila, exgobernador del Edomex. Pues una mañana jalaron sus cachivaches y se fueron. A buscar otra isla, otro cobijo. No se convirtieron en Grupo Plural, como hizo Germán Martínez y otros dos más, se fueron solamente. Ayer noche sorprendió que el tal Jorge Carlos Ramírez Marín, senador de la República, dejaba al PRI donde toda la vida mamó, se enriqueció y se hizo de un poco de nombre y mucho billete. Yucateco de 62 años, no pudo ser candidato a gobernador, pero aquí, aseguran que el PVEM ya le concedió ser candidato. Napoleón decía: “Amo la traición, pero odio al traidor”. Este sujeto se le vio hace unos días a los pies de Claudia Sheinbaum, implorando el cambio de camiseta, del Cruz Azul al América. Claudia lo aceptó, porque allí agarran a toda la morralla que sobra. Y ahora anunció que será senador por el PVEM, quitándole quizá un lugar a Javier Herrera Borunda, hijo de Fidel, que la merece más, porque el joven veracruzano ha estado en el Verde desde hace tiempo, y este saltimbanqui chaquetero apenas llega y ya tiene chamba sexenal. Qué tipos.
LO DE AYOTZINAPA
Cuando Ayotzinapa llegaba a su primer cumpleaños en tiempos nuevos de la 4T, al presidente AMLO le dijeron algunos asesores que dejara las cosas como estaban, que no iba a encontrar más. Es la investigación más grande que se ha hecho de un delito, llegaron argentinos y gente de la ONU y se enviaron a Suiza los pocos restos que encontraron, cuando 43 normalistas perdieron la vida, los mataron, los quemaron y sus cuerpos quién sabe dónde quedaron, lo poco que quedó de ellos. Ayer, después de 9 años la cosa sigue igual, el abogado de los padres dice que el reporte de AMLO es igual a la “Verdad Histórica”, que no le busquen más. Entonces, dice un avezado político, más vale que vayan dejando en libertad al exprocurador, Jesús Murillo Karam, que lleva en la cárcel un año y un mes, porque necesitaban un preso político o chivo expiatorio (La expresión chivo expiatorio se acuñó por primera vez en el siglo XVI para describir a los animales rituales en los que la comunidad judía depositaba sus pecados para preparar el Yom Kippur. Hoy la usamos para describir a las personas que asumen simbólicamente los pecados de los demás), para eso, y hay molestias en el Ejército, pues también quieren más militares detenidos. No llegarán a más, porque no hay más, es un caso para la araña, los criminales verdugos están todos en libertad, pues los utilizaron como ‘testigos protegidos’ y gozan de cabal salud, y los funcionarios, Murillo Karam entre ellos, y algunos militares están detenidos. Para Ripley.