Por denunciar abusos, trasladan a interna a otro penal
Pacho Viejo, Veracruz. — Al menos 21 mujeres internas del penal de Pacho Viejo fueron trasladadas al centro penitenciario de mediana seguridad de La Toma, en Amatlán de los Reyes, en lo que denunciaron como una represalia por presuntamente haberse negado a los presuntos abusos sexuales, extorsiones y explotación a las que eran sometidas por el subdirector de Seguridad y Custodia, Agustín Rodríguez González.
De acuerdo con testimonios de las propias internas y familiares, el funcionario, identificado también como “el Dos”, enfrenta acusaciones de acoso sexual, extorsión y trata de personas dentro del penal.
Las mujeres aseguran que fueron trasladadas por no ceder a sus presiones o por no poder pagar las cuotas que impone para permitirles trabajar y vender productos en el interior del penal.
Cobros, explotación y castigos
El centro penitenciario de Pacho Viejo permite que algunas internas trabajen en maquilas, restaurantes, cafeterías o en la venta de artículos como ropa, alimentos o postres. Sin embargo, según relataron, estas actividades solo pueden realizarse si pagan semanalmente cuotas al subdirector.
“Como algunas nos rebelamos, por eso nos cambió. Días antes hasta se burló de nosotras”, declaró Marlén Reyna, una de las trasladadas, quien también señaló que muchas son madres solteras y necesitan generar ingresos para sostener a sus hijos.
Ana Gisela García, quien ha estado 15 años en prisión por secuestro, también fue trasladada. Vendía ropa para sostener a sus hijos, y asegura que el cambio fue un castigo por no someterse a los abusos.
En otro testimonio, Diana Mejía, sentenciada por secuestro y cuyo caso está en revisión, afirmó que fue enviada a La Toma por resistirse a las presiones del subdirector y del entonces director del penal, Enrique Álvarez Timoteo.
“La venganza fue quitarnos la posibilidad de trabajar y ayudar a nuestras familias”, declaró.
Maribel López, quien lleva seis años interna, relató que vendía comida, pero que las exigencias económicas del subdirector aumentaron. Al no poder pagarle los 500 pesos semanales que le exigía, tuvo un altercado con él, tras el cual también fue enlistada para traslado.
Casos de explotación sexual
Algunas internas denunciaron también haber sido víctimas de explotación sexual dentro del penal. Una de ellas, Nieves Sánchez, de 26 años y sin sentencia, dijo directamente: “A mí me prostituía el Dos y como ya no quise, me mandó acá”.
Otro caso es el de una interna que solicitó el uso del área de visitas íntimas tras encontrar pareja, lo cual provocó que el subdirector la incluyera en la lista de traslado, presuntamente porque esa relación le impediría seguir explotándola. Según su testimonio, llegó a ser “vendida” hasta por mil 700 pesos.
Corrupción estructural
Las internas mencionaron que no sólo el subdirector está implicado en estos actos de corrupción, sino también otros internos con privilegios y el personal de vigilancia. Aseguran que las cuotas que se les exigen son repartidas entre funcionarios y reos que operan con impunidad.
“Tenía que pagar para el subdirector, para un reo que apodan Raya, otro apodado Pericosa, y para la vigilancia externa”, narró Alondra Azenet Rondón, quien está bajo proceso penal y también fue trasladada.
Cambio de dirección sin cambios reales
La semana pasada fue removido el director Enrique Álvarez Timoteo, tras señalamientos de presuntamente permitir la venta de drogas y extorsiones dentro del penal.
No obstante, el nuevo director, Raúl López Ambriz, no realizó modificaciones en la estructura de mando, manteniendo al subdirector Agustín Rodríguez en su cargo.
Las internas trasladadas temen que su nueva ubicación en el penal de La Toma las deje sin posibilidades de trabajar ni sostener a sus familias. Algunas, por temor a represalias, prefirieron no declarar, pero coinciden en que el traslado fue un castigo por denunciar abusos o por no poder seguir pagando.
