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Las aventuras de El Peje y El Lencho

Las aventuras de El Peje y El Lencho

Las aventuras de el Peje y el Lencho
Guillermo Correa Bárcenas

“¡Qué maravilla pasar hoy por mi querida UNAM!”, expresó un sábado de noviembre de hace dos años un flamante Lorenzo Córdova Vianello. Días antes había tenido una acalorada comparecencia en la Cámara de Diputados en su calidad de presidente del Instituto Nacional Electoral (INE). En su recorrido por la universidad pasó frente a la Facultad de Derecho, posó para la fotografía y exclamó: “…Es lamentable que la UNAM se haya derechizado”, lo que dejó perplejos a no pocos de los acompañantes pues bien sabido es que desde muchos años antes el académico, investigador y funcionario se ha distinguido por su amor al dinero, a la buena vida, al cultivo de su ego y al desprecio a lo contrario como lo demostró en una ocasión con sus actitudes racistas a indígenas chichimecos de Guanajuato.

Lo cínico de su afirmación de entonces se demuestra en que con el paso de los años Lencho se ha convertido en uno de los máximos representantes de la derecha en México, la que ansía recobrar el poder perdido hace casi cinco años ante el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Ambos sostienen una enemistad ejemplar que lleva lustros al grado de que El Peje sostiene que Arnaldo Córdoba, padre de Lorenzo, “se volvería a morir pero de vergüenza” al ver el comportamiento de su hijo. El historiador y reconocido hombre de izquierda fue profesor universitario del actual mandatario y de El Lencho. Al primero lo reprobó. Al junior no.

Por lo menos en lo que respecta a la cuestión académica. Porque en lo que se refiere al trabajo político, Don Arnaldo –autor de más de cincuenta libros, casi cien ensayos y unos doscientos escritos para periódicos y revistas—fue asesor del tabasqueño y mandatario. También fundador del Partido Socialista Unificado de México y diputado durante la LII Legislatura del Congreso de la Unión.

Contrario a Lencho, su padre empezó la vida política muy joven en el Partido Comunista Mexicano, de ahí su formación de cuadros en China. Se salió del PCM, participó en el Movimiento de Acción Popular y fue miembro del consejo directivo de MORENA (El Movimiento de Regeneración Nacional conformado por López Obrador). Estudio Derecho en la Universidad de Michoacán, Ciencias Políticas en la Universidad de Roma, impartió clases en la Universidad Obrera de México. Su vida siempre estuvo a lado de los pobres. Don Arnaldo fue un apasionado del Cardenismo, la Revolución Mexicana, el Nacionalismo y la Constitución.

Son los valores que reivindica a diario El Peje en sus mañaneras clases de historia. O sea que López sigue los pasos de Córdoba padre. Lo que no sucede con Lencho, el hijo, que estudio en la UNAM y en la Universidad de Turín. En 2014 fue electo presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) por la Cámara de Diputados durante un periodo de nueve años. Antes se desempeñó de consejero en el IFE donde se acostumbró a los buenos salarios.

Y que gana El Peje la presidencia de la República bajo el arbitrio electoral de El Lencho, al que pronto le molestó la reforma constitucional que prohíbe a funcionarios del sector público ganar más que el gobernante del país, lo que acrecentó, entre otras cosas, el odio estilo jarocho entre los dos.

La lucha entre los alumnos de Arnaldo Córdoba ha convertido a varias ciudades, principalmente el Zócalo de la capital nacional, en un gigantesco ring sede de constantes confrontaciones entre los bandos del par de políticos. En las más recientes contiendas los Fifis sorprendieron con una multitudinaria  manifestación bajo el  lema de que “Al INE no se Toca”, reafirmando como símbolo a Lencho, respaldado por los ricachones, empresarios, banqueros, pseudointelectuales y los de la Suprema Corte de Justicia Nacional.

Pronto reaccionaron los Chairos que salieron el 18 de marzo a mostrar el puño. Inmensas filas de obreros, campesinos, indígenas, burócratas, ancianos, niños, estudiantes y demás plebe jodida se ocuparon de llenar el escenario de una lucha de clases que habrá de definirse el próximo 2024.

Durante esta guerra ideológica el mandatario de México presentó su iniciativa de Reforma Electoral aprobada con algunos cambios por los legisladores y rechazada por el Poder Judicial. Optó por su plan B, un texto con menores pretensiones que lleva el mismo camino de la derrota.

Ahora El Peje ha anunciado su opción C: “Ni un voto para los conservadores” en los máximos comicios venideros. Entonces veremos si se confirma eso de que “Primero los Pobres”. Por lo pronto, El Lencho medio apendejado y más millonario, se marcha del INE el 3 de abril que está muy cerca. El Peje, igual de atolondrado por los constantes golpes adversarios parece cantar victoria, aunque sabe y corea que Zapata vive y que la lucha sigue.

magaly


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